Tantas tantas cosas...

Tres cuentas en mora, dos sueños de sobre giro, seis besos desahuciados y una estufa a gas que no entrega nada de calor y mucho de olor…  La noche es mas oscura que la de ayer, el calendario no marca fin de mes y tu sonrisa ya se fue, llevo en esta cama metida mas de cinco horas y ni siquiera pestañeé, el frío se hace irreverente con la estufa de la que ya les hablé… La ciudad prende luces y el viejo en su utilitario ya entrega el matutino con noticias peor que ayer, la mujer que lucra de noche ya vuelve hasta su casa con docientos a su haber, el sol está entumido por la sombra de un lustro que ha tardado en transcurrir y la niña espera cauta que llegue el verano para un viaje emprender… Corazones de alquiler han llegado a reprimirse para no latir hoy; la bruja del presagio ha cerrado ya los ojos para no ver su cruel error y el soldado que fue de plomo ha perdido la otra pierna y no puede ya marchar… son dos locos que sin sueño han llegado hoy a soñar,...

Esa fue la frase que me he repetido este último tiempo, porque los pensamientos han ido cuesta arriba, porque la convicción y la claridad los han acompañado. Pero vuelan rápido... llegan a mí, tal como llega el amor... por sueños, anhelos, causalidad, Dios; y con esa misma exactitud algo no quiere que sea capaz de atraparlo, de perpetuarlo. Como siempre algo muy parecido al dolor, me deja indefensa ante el mundo que unos cuantos cambian, me cambian. Dolor tú ya sabes por qué... indefensa, también. El cambio una posibilidad, una esperanza. Como dice Paulo Coelho en un de sus libros: Por eso escribía, para transformar la tristeza en nostalgia, la soledad en recuerdos... Por eso escribía yo también, basta con leer mis palabras de antaño. Y tal vez, algo quiere que lo vuelva a hacer... que vuelva a escribir con un dejo de ese motivo. Un beso y muchas gracias a los que me siguieron siempre, dando vueltas por aquí, acompañando mi silencio tanto tiempo.