.::MoMeNToS HeReDaDoS::.
Sentada en un tronco a 28 kilómetros de Villarrica. A mi izquierda un correntoso río, claro, hermoso… A mi derecha cinco cerros verdes, cada uno con su particular expresión… La naturaleza intentado crear emociones…
Avanza el día, vive, observa.
Aproximadamente a seis metros de mí, se encuentra la “Cony”, mi prima. Soñando grita que quiere subir al cerro más alto y quiere lanzarse corriendo… se acerca lentamente y se apoya en el mismo tronco que me ayuda a escribir. Ella me conversa, creo que sus palabras vienen con una mezcla de vida y de miedo… “Postura segura, palabras con miedo”… escucho… respiro, siento y escribo…
El paisaje ríe, entendiendo lo que es el tiempo…
El paisaje quiere y también opina…
El paisaje dice que quiere volver a ver esos vestidos coloridos en el cuerpo de unas niñitas corriendo por esos prados, inventando, cantando, bailando, creando un castillo más de barro, peleando por una muñeca, colocándole nombre a cada animal… grabando un video clip en la orilla del río o sobre una carreta, jugando a ser mayores, creando un mundo perfecto aunque perteneciente al imperfecto. Pero el paisaje es capaz de comprender los cambios, comprende que ahora existen conversaciones, que existen oídos y una voz para seguir soñando…
El paisaje ahora observa las nuevas generaciones de hermanos y primos construyendo su propia ilusión, dejando huellas nuevas, entre las tantas huellas que dejaron nuestros ascendientes en la historia familiar.
Este campo… Más que agradecimiento por recibir en herencia un pedazo de tierra, hay felicidad por tener desde siempre un mundo aparte, un mundo donde los niños adquieren el conocimiento de los sueños y los adultos vuelven a vivir...
Tranquilidad transparente, el agua me dice que las horas han pasado por mi mente.
Mi piel comienza a atrapar el frío que entrega el fin de la tarde...
Comentarios